Todavía recuerdo cuando me enteré, y me sentí tonta, de que se pronunciaba 'yan' y no 'yin-valyin'... ahh... esos webeos mentales. Jean Valjean ha muerto hace unos días, tres para ser exacta. Confieso que me sentí triste, como si mi compañero de viaje hubiese desaparecido, y bueno, fue algo así, ¿no? un personaje que te acompaña todas las noches, algunas mañanas perezosas y otras tardes en que te puedes escapar de la rutina, se convierte en tu compañero, en un mudo testigo de lo que te pasa durante el tiempo que duran sus páginas. Recuerdo cuando empecé el primer tomo. Estaba entusiasmada porque por fin leería al gran Victor Hugo, a ese que me presentaron en un libraco de literatura en algún grado de primaria. La experiencia fue alucinante. No tengo más palabras para describirlo. Aquí una de las partes que más me conmovieron: la muerte de Fantine...